Historia de este curioso complemento de moda femenina de finales del siglo XIX
A partir de 1870, la burguesía se tranquiliza después de las locuras de fiestas y de los vestidos princesa que necesitaban más de 14 metros de tejido y un buen artesano que los cosiera.
Así, los vestidos se echaron para atrás y se colocaron encima de un polisón. Consistía en un armazón interior atado a la cintura bajo un par de enaguas, que usaron las mujeres acomodadas de finales del siglo XIX para que abultasen los vestidos por detrás, pero cayendo rectos por delante. El polisón cambió, de este modo, la silueta femenina. A partir de 1890, se dejó de usar, haciendo que las prendas cayeran sin artificio al suelo.
La crinolina o miriñaque fue la antecesora del polisón. Era una estructura ligera con aros de metal que mantenía huecas las faldas sin necesidad de usar enaguas almidonadas de varias capas.
Las mujeres fueron acomodando sus trajes a lo largo de la historia para su comodidad, cosa que agradecemos en esta época.
Entretelas Vestuario. Casa de costura. Confección de trajes de época a medida
Hecho a mano Materiales de costura Cintas bordadas Lana y accesorios Puntillas Cierres y botones Tejidos Articulos higiénicos Pedrerías, apliques y más cosas brillantes...